Hay claves del diseño sostenible en zonas verdes urbanas que deben estar presentes en cada proyecto, porque estas zonas verdes son mucho más que simples espacios ajardinados, más o menos estéticos; son pulmones para nuestras ciudades, refugios de biodiversidad y espacios cruciales para el bienestar ciudadano.
En un momento de creciente conciencia ambiental y desafíos como el cambio climático y la escasez de recursos, el diseño sostenible de estos espacios se ha convertido en una necesidad imperante. En este contexto, V2 Jardinería y Paisajismo, bajo la dirección técnica de nuestro Ingeniero Técnico Agrícola y Máster en Jardinería y Paisajismo, Víctor Manuel Gil Puerta, abordamos cada proyecto con una profunda comprensión de estos principios.
En este artículo vamos a profundizar en tres pilares fundamentales del paisajismo urbano sostenible: la selección estratégica de especies vegetales, la gestión eficiente del agua y el fomento activo de la biodiversidad.
La selección de especies vegetales como base de un ecosistema urbano resiliente.
La elección de las plantas adecuadas es la base sobre la que se construye la sostenibilidad de cualquier zona verde urbana. No se trata solo de estética, sino de funcionalidad ecológica y viabilidad a largo plazo.
La priorización de especies autóctonas y adaptadas: Las plantas nativas de la región están intrínsecamente adaptadas a las condiciones climáticas locales (temperatura, lluvias, tipo de suelo). Esto se traduce en una menor necesidad de riego, fertilizantes y tratamientos fitosanitarios, reduciendo significativamente los costes de mantenimiento y el impacto ambiental.
Cuando las especies autóctonas no son suficientes para cumplir todos los objetivos de diseño, se recurre a especies alóctonas bien adaptadas y probadas, que demuestren resiliencia y bajo consumo hídrico en el entorno específico.
Sobre las especies alóctonas que han sido introducidas desde lugares donde son naturales, deben ser conocidas para garantizar que no causan problemas ambientales, daños a la biodiversidad, los ecosistemas, y a las actividades humanas.
La resistencia a condiciones urbanas: El entorno urbano presenta desafíos únicos: contaminación atmosférica, efecto isla de calor, suelos compactados y, a menudo, pobres en nutrientes.
En este contexto, la selección debe inclinarse por especies que toleren estas condiciones adversas, asegurando su supervivencia y desarrollo saludable con mínima intervención en su mantenimiento.
El bajo mantenimiento y longevidad: Es importar optar por aquellas especies que requieran podas mínimas, sean resistentes a plagas y enfermedades comunes, y tengan una larga vida útil. Es la forma de contribuir directamente a la sostenibilidad económica y ecológica del proyecto paisajístico.
El valor ecológico: Considerar el papel de cada planta en el ecosistema local es crucial. Especies que proporcionan alimento y refugio a la fauna local, como aves, insectos polinizadores, etc. son preferibles para fomentar la biodiversidad.
La gestión eficiente del agua como protección de un bien escaso: El agua es un recurso cada vez más escaso y valioso. Un diseño paisajístico sostenible debe incorporar estrategias para minimizar su consumo y maximizar su aprovechamiento. Veamos algunas de ellas.
Teniendo en cuenta todas premisas, desde V2 Jardinería y Paisajismo, realizamos un análisis exhaustivo de las condiciones del sitio y los objetivos del proyecto para seleccionar un catálogo vegetal que no solo sea visualmente atractiva, sino ecológicamente inteligente y perdurable.
La xerojardinería y paisajismo de bajo consumo hídrico.
En el marco de la xerojardinería y el paisajismo, el enfoque de diseño se centra en la utilización de plantas con bajas necesidades de agua (xerófitas) y técnicas que reducen la evaporación y mejoran la infiltración del agua en el suelo, como el uso de mulching orgánico o inorgánico.
Los sistemas de riego de alta eficiencia: La implementación de sistemas de riego por goteo, microaspersión o telegestión, permite aplicar el agua directamente en la zona radicular de las plantas, minimizando las pérdidas por escorrentía y evaporación.
La sectorización del riego según las necesidades hídricas de diferentes grupos de plantas y la instalación de sensores de humedad y estaciones meteorológicas optimizan aún más el consumo.
La recolección y aprovechamiento de agua de lluvia (SUDS): Cuando es posible, los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) son clave. Diseñar superficies permeables (adoquines permeables, pavimentos porosos, alcorques estructurales), jardines de lluvia, zanjas de infiltración y depósitos de tormenta, permite capturar, filtrar y reutilizar el agua de lluvia, reduciendo la carga sobre los sistemas de alcantarillado y recargando los acuíferos.
El uso de aguas regeneradas: Cuando la normativa y la calidad lo permiten, el uso de aguas grises tratadas o aguas regeneradas para el riego de zonas verdes es una excelente estrategia para conservar agua potable para otros fines.
En todo este tramado técnico, nuestro equipo técnico evalúa la topografía, el tipo de suelo y las precipitaciones locales para diseñar soluciones de gestión del agua a medida, asegurando que cada gota se utilice de la manera más eficiente posible. En síntesis, el xerojardín es el resultado de un jardín diseñado para ofrecer un alto valor ornamental con un bajo consumo de agua.
El fomento de la biodiversidad y crear islas de vida en la ciudad.
Las zonas verdes urbanas pueden y deben ser oasis para la vida silvestre, contribuyendo a la conectividad ecológica y al equilibrio de los ecosistemas locales. Para ello se pueden abordar diferentes estrategias.
La creación de hábitats diversos: Mediante la incorporación de diferentes estratos vegetales (herbáceas, arbustivas, arbóreas) y elementos como rocallas, troncos muertos (de forma controlada y segura) o pequeñas láminas de agua, se puede ofrecer una variedad de nichos ecológicos para distintas especies.
La plantación para polinizadores y fauna auxiliar: Con la adecuada selección de plantas melíferas y nectaríferas se consigue atraer a abejas, mariposas y otros insectos polinizadores, esenciales para la reproducción de muchas especies vegetales. Además, ayudan a fomentar la presencia de fauna auxiliar (mariquitas, crisopas) que contribuyen al control biológico de plagas.
La reducción de la fragmentación (corredores verdes): El diseño de redes de espacios verdes interconectados, aunque sea a pequeña escala, facilita el movimiento de la fauna y el intercambio genético entre poblaciones, aumentando la resiliencia de los ecosistemas urbanos.
La minimización de pesticidas y herbicidas: Un manejo ecológico, que priorice métodos preventivos y biológicos para el control de plagas y enfermedades, es fundamental para no dañar la fauna beneficiosa y mantener la salud del suelo.
En este ecosistema de posibles acciones, en V2 Jardinería y Paisajismo, concebimos cada proyecto como una oportunidad para enriquecer la biodiversidad local, seleccionando plantas y diseñando espacios que inviten a la naturaleza a prosperar en el corazón de la ciudad.
El compromiso de V2 Jardinería y Paisajismo con la sostenibilidad.
Para nuestra empresa, la sostenibilidad no es una tendencia, sino un principio rector en cada fase de nuestros proyectos, desde el diseño conceptual hasta la ejecución y el mantenimiento.
Nuestro equipo cree firmemente que es posible crear espacios verdes urbanos que sean bellos, funcionales y ecológicamente responsables, contribuyendo a ciudades más saludables y resilientes para el futuro. Nuestra experiencia técnica garantiza que cada solución propuesta esté fundamentada en un conocimiento profundo de la agronomía, la ecología y las últimas innovaciones en paisajismo sostenible.