El xerojardín es el resultado de un jardín diseñado para ofrecer un alto valor ornamental con un bajo consumo de agua, caracterizado por el uso predominante de plantas conocidas como xerófitas.

Un xerojardín no es necesariamente un espacio árido, sino que puede ser un jardín lleno de texturas, colores y vida.

La xerojardinería.

Los jardines tienden a evocar imágenes de belleza y disfrute, espacios verdes que ofrecen un respiro en el vibrante ritmo de la sociedad. Sin embargo, la creciente conciencia sobre la escasez de agua y los desafíos climáticos inherentes a la región, caracterizada por veranos largos y secos e inviernos fríos, impulsa una necesaria evolución en el diseño de estos espacios.

En este contexto emerge la xerojardinería, no como una renuncia a la estética, sino como un enfoque inteligente, elegante y vanguardista para crear exteriores que dialogan en armonía con el entorno local.

Se trata de una filosofía de diseño paisajístico que prioriza la eficiencia hídrica sin sacrificar la belleza ni la funcionalidad, ofreciendo soluciones sofisticadas y sostenibles para clientes exigentes.

El xerojardín, de la necesidad a la vanguardia paisajista.

En V2 Paisajismo y Jardinería consideramos que para entender mejor esta modalidad de xerojardín, debemos saber un poco de su historia. Sobre ello, el término «Xeriscape» nació formalmente en Denver, Colorado (EE.UU.) en 1981, impulsado por una severa sequía que obligó a replantear el uso del agua en jardinería. La palabra, una fusión del griego xeros (seco) y el inglés landscape (paisaje), fue acuñada para designar un nuevo enfoque en el diseño de jardines que optimizara el consumo de agua.

Sin embargo, la esencia de la xerojardinería, el uso racional del agua y la adaptación al medio, no era completamente nueva. Las prácticas tradicionales de jardinería mediterránea, desarrolladas a lo largo de siglos en climas similares al nuestro, ya incorporaban de forma inherente muchos de estos principios de conservación hídrica.

La introducción formal del concepto en España se produjo a principios de los años 90, adaptándose como xerojardinería. Desde entonces, ha evolucionado considerablemente, pasando de ser una respuesta técnica a la sequía a convertirse en una disciplina paisajística integral y sofisticada.

La creación de consejos para la conservación del agua y la propia asignación de un nombre específico ayudaron a difundir y consolidar esta práctica. Hoy, la xerojardinería representa una fusión de sentido común, conocimiento agronómico y diseño creativo, orientada a crear jardines bellos, funcionales y ambientalmente responsables.

Xerojardín estilo informal

¿Qué es un Xerojardín y en qué consiste la Xerojardinería?

Es fundamental clarificar dos términos clave que a menudo se usan indistintamente. El xerojardín es el resultado tangible: un jardín diseñado y cultivado para ofrecer un alto valor ornamental con un bajo consumo de agua.

Se caracteriza por el uso predominante de plantas adaptadas a condiciones de aridez o sequía estival, conocidas como xerófitas. Es importante desterrar la idea errónea de que un xerojardín es necesariamente un espacio árido, dominado exclusivamente por cactus y rocas; puede ser un jardín vibrante, lleno de texturas, colores y vida.

Por otro lado, la xerojardinería es la práctica, la filosofía y el conjunto de técnicas empleadas para planificar, diseñar, implementar y mantener dichos jardines.

Es un enfoque holístico basado en la lógica, el sentido común y un profundo entendimiento de las condiciones locales, cuyo objetivo principal es el uso eficiente del agua. Comprender esta distinción es determinante: la xerojardinería no define un único estilo estético, sino que proporciona un marco de principios para crear jardines diversos y adaptados, lo cual requiere conocimiento y formación profesional.

En V2 Paisajismo y Jardinería no tratamos simplemente de elegir plantas resistentes a la sequía, sino de aplicar una metodología completa que garantice a nuestros clientes tanto la sostenibilidad como la belleza del resultado final de su jardín.

El Xerojardín en Madrid.

Desde nuestro estudio de diseño paisajístico, entendemos el xerojardín en Madrid como una alianza natural con el clima y el paisaje, viendo este como un lienzo climático con veranos muy cálidos e inviernos rigurosos.

Bajo esta premisa, partimos que el clima de Madrid es clasificado como mediterráneo continentalizado, presentando unas características muy definidas que hacen de la xerojardinería una opción especialmente lógica y ventajosa para algunos de nuestros proyectos de jardinería y paisajismo. Los veranos son largos, muy calurosos y secos, con temperaturas máximas que frecuentemente superan los 30-35° C y una radiación solar intensa.

Durante este periodo, de junio a septiembre, las precipitaciones son escasas o nulas, generando un importante déficit hídrico. Por el contrario, los inviernos son fríos, con temperaturas medias bajas y heladas frecuentes, aunque las mínimas absolutas extremas (-10 °C) son ahora menos comunes.

Las precipitaciones anuales medias rondan los 434 mm (datos históricos del Retiro), concentrándose principalmente en otoño, soliendo ser octubre y noviembre los meses más lluviosos, y en primavera, en la que los meses de abril y mayo también registran picos.

Esta distribución irregular, con una marcada sequía estival y periodos de lluvias concentradas, junto con la alta tasa de evaporación en verano, consolidan la necesidad de gestionar el agua de forma eficiente en los espacios ajardinados. Además, el fenómeno de «isla de calor urbana» en el centro de la ciudad, suelen agravar las temperaturas máximas y mínimas.

Bajo este perfil climático, con sus extremos estacionales, no solo justifica la adopción de la xerojardinería por el ahorro de agua, sino que también dicta cómo debe implementarse. En el caso de la selección de plantas, debemos considerar la tolerancia tanto al calor y la sequía estival como al frío y las heladas invernales. Sobre la gestión del suelo, debemos buscar un equilibrio entre la retención de humedad para el verano y un buen drenaje para evitar encharcamientos durante las épocas lluviosas. Y sobre la planificación del riego, debemos centrarnos en cubrir las necesidades durante los picos de sequía, pero siempre de forma eficiente.

Xerojardín en un ático

La exuberancia inesperada del xerojardín.

A menudo se establece la falsa creencia de que un xerojardín es sinónimo de un paisaje desértico, austero y carente de color. Nada más lejos de la realidad.

Cuando en V2 Paisajismo y Jardinería abordamos un proyecto de xerojardín, la paleta vegetal disponible para la xerojardinería en Madrid es extraordinariamente amplia y diversa, incluyendo árboles majestuosos, arbustos floridos, plantas vivaces de larga floración, gramíneas ornamentales de texturas etéreas y suculentas de formas esculturales.

La clave reside en la selección adecuada y en el diseño inteligente. Plantas como, por ejemplo, las lavandas, romeros, jaras, salvias, gauras, olivos o madroños, todas ellas adaptadas al clima madrileño, ofrecen color, aroma y estructura.

Con todo ello, la xerojardinería no impone un estilo estético único; es un conjunto de principios agronómicos y de diseño que pueden aplicarse para crear xerojardines de estilos muy variados: mediterráneo, contemporáneo, naturalista, formal o informal. El resultado puede ser tan exuberante y atractivo como cualquier jardín tradicional, pero con una gestión del agua mucho más responsable.

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